El sofrito es la base de casi todos los guisos, se trata de freír a fuego lento ajo y cebolla, y además si el guiso lo requiere puede llevar, tomate, pimiento, o zanahoria, por separado o todo junto.
Para mi, el secreto de un buen sofrito, reside en dejarlo pochar muy bien, y en el machacado. Lo ideal es, que una vez realizado el sofrito de ajo y cebolla, pasarlo bien escurrido el aceite, al mortero y machacarlo bien. Pero normalmente y para ahorrar tiempo, yo lo machaco con la mano del mortero en la propia sartén o cazuela donde lo estoy realizando.
Añadiendo el azafrán |
SOFRITOS
COMO SE HACEN
Picamos finamente, la cebolla y el ajo.
Ajo y cebolla recién echados. |
En
una sartén o en la propia cazuela donde vamos a hacer el guiso (en el caso de
que vayamos a hacer un guiso) ponemos un chorro de aceite de oliva (cubrir el
fondo). Son unas 4/5 cucharadas de aceite.
Echamos la cebolla y el ajo picados (a veces el sofrito es solo de cebolla) y lo echamos al aceite frío, encendemos el fuego y comenzamos a freirlo. Según vaya cogiendo fuerza vamos bajando el fuego y removiendo para que no se nos queme.
Pochándose |
Cuando veamos que la cebolla esta casi
"pochada" (doradita casi transparente), machacamos con cuidadito de no quemarnos, ayudándonos de la mano del mortero (almirez).
Después añadimos, si fuera necesario para el guiso alguno de estos ingredientes, y por este orden, la zanahoria, o el pimiento y como último ingrediente el tomate también picado en cuadritos pequeños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario