viernes, 10 de febrero de 2017

Pastel de queso al microondas

     Esta es una receta fácil y deliciosa que me ha pasado mi querida amiga Ascen.  ¡Gracias, reina!
     Ya van dos con esta las recetas que hago en el microondas. Normalmente solo lo uso para calentar, creo que como casi todo el mundo.  Es importante que no tengáis prisa en desmoldarlo, u os quedará tan desparramado como a mi.  Espero volver a hacerlo en breve y publicar una foto más digna.


Necesitamos:

Caramelo líquido (solo para caramelizar el molde)  

Pastel:
200 ml de nata.
400 ml de leche.
3 ó 4 cucharadas de azúcar
2 huevos
2 sobres de cuajada en polvo.
Un poquito de canela.
200 gr. de queso crema tipo Philadelphia.
Si se desea podemos añadir ralladura de limón.




Preparación:

1. Caramelizamos el molde.
Este molde tiene que ser apto para microondas, y es fundamental que tenga el centro hueco, puesto que si no, no se hará el centro del pastel.  Yo he usado uno de silicona, aunque imagino que irá mucho mejor uno de pirex.



2. En un recipiente añadimos todos los ingredientes, es decir, la nata, la leche, el azúcar, los huevos, los sobres de cuajada, la canela y el queso. Y los batimos con ayuda de la batidora.


Debemos asegurarnos que todo está bien mezclado y no quedan pegotes. Yo lo hago removiendo el fondo con ayuda de una cuchara, si encuentro alguno, lo vuelvo a batir.

3. Vertemos el líquido dentro del molde que ya tenemos preparado.  Y lo metemos al microondas durante unos 10 a 15 minutos.
     Si vuestro molde es de silicona, utilizad un plato debajo para poder manejarlo mejor, ya que los moldes de silicona son flexibles y poco estables.
Como ya dije en la entrada anterior: "Bizcocho de chocolate al microondas", el tiempo de cuajado dependerá mucho de la antigüedad y potencia de nuestro microondas. El mio tarda bastante.

Comprobaremos si nuestro pastel está lo suficientemente cuajado metiendo una aguja (sobre todo por la parte cercana al hueco) y comprobando que sale sin manchar.

4. Dejadlo a temperatura ambiente, hasta que se enfríe totalmente antes de desmoldarlo. Si no esperáis lo suficiente se desmoronara al sacarlo del molde, como me ha pasado a mi, por impaciente.

Luego podéis guardarlo en la nevera.
                También podéis guardarlo en la nevera una vez frío, sin desmoldar y desmoldarlo cuando                   se vaya a consumir.

Servir frío