Es muy facil de hacer, las proporciones van a ojo, en cuanto se haga un par de veces se coje bien el punto de sabor que más nos gusta. Se puede hacer con casi cualquier pescado blanco, aunque el más famoso es el cazón. Es bueno recordar que el cazón es un pescado un tanto soso.
Necesitamos:
1 kg de cazón, peso aproximado.
Aceite
Pimentón
Vinagre
Sal
Pimienta
Oregano.
Ajo.
Laurel
Preparación:
Podemos comprar el cazón fresco o congelado. Si lo compramos en la pescadería podemos pedir que nos lo corten en trozos para adobar, si no es así, lo cortaremos nosotros mismos con la ayuda de un cuchillo afilado y de las tijeras. Aunque da más trabajo, prefiero cortarlo yo en casa por que así lo corto a mi gusto.
Cortamos el pescado en trozos, quitándole todo lo que no sea magro. Tiene poco desperdicio. Salar y reservar.
Pelamos los ajos y los machacamos ligeramente, dándole un par de golpes con el mango del cuchillo.
En una fuente honda preparamos el adobo. Mezclamos el aceite, la pimienta, el vinagre, el pimentón el laurel, orégano y los ajos.
Introducimos el cazón, añadimos sal y mezclamos bien hasta que la mezcla quede bien repartida por todo el pescado.
Un rato antes de freirlo, escurrir el agua, yo me ayudo de un colador.
Enharinarlo y freír en aceite bien caliente. Se sirve recién hecho, acompañado de limón para que quien lo desee se eche unas gotas en el pescado
Si lo deseamos podemos hacer más cantidad y una vez bien escurrido, lo podemos meter en una bolsita y congelar.
Lo descongelamos dentro de la nevera, y queda estupendamente. (Evita hacerlo si el pescado era congelado).
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